Las operaciones contables en las empresas buscan facilitar toda la información útil, de forma clasificada y analizada para facilitar y agilizar la toma de decisiones gerenciales. Una herramienta de control en la administración de empresas cuya razón de creación es dar apoyo a la dirección de las empresas, promoviendo tanto la eficacia como eficiencia en las organizaciones.
Así pues, las operaciones contables son la representación en unidades monetarias de los componentes que forman el patrimonio de la empresa. Bienes, derechos y obligaciones, así como del resultado de la gestión empresarial tales como los ingresos o los gastos. Permiten a las empresas establecer un seguimiento cronológico de la evolución de los componentes en el tiempo, existiendo tantas operaciones contables como componentes patrimoniales en las empresas. Así pues, el conjunto de operaciones contables supone una representación completa, tanto del patrimonio como del resultado de la gestión.
A través de las operaciones contables, las empresas tienen el poder de subdividir los activos, pasivos, así como el capital, agrupándolos de acuerdo a diversas características de afinidad. Algo que les permite graficar la totalidad de los aumentos y disminuciones ocurridos. Las formas y contenidos de las cuentas varían en función de una empresa a otra, dependiendo principalmente del sistema contable utilizado para la realización de las transacciones.
Por un lado, es posible dividir las cuentas en cuatro grupos. Titular, el nombre de la cuenta y lo que nos indica lo que estamos registrando. Debe, situada en la parte izquierda de la cuenta para anotar todo lo que el titular de la cuenta recibe. Haber, situada en la parte derecha de la cuenta para anotar todo lo que el titular de la cuenta entrega. Y finalmente el Saldo, siendo esta la diferencia entre los movimientos deudor y acreedor, existiendo saldo deudor y saldo acreedor.
Por otro lado, debemos mencionar las 6 cuentas básicas de la contabilidad a través de las cuales las empresas registran diversas transacciones. Activos, representando la totalidad de los bienes y derechos de la empresa, tanto tangibles como intangibles. Pasivos, representando las obligaciones de la empresa con distintas entidades. Capital, representando las aportaciones de los dueños de la empresa o la de inversores externos, así como del capital ganado. Ingresos, representando el dinero ganado gracias a las actividades económicas de la empresa. Costes, representando el desembolso económico realizado para adquirir los activos que en un futuro darán beneficios. Y finalmente, los Gastos, representando la salida de dinero destinada a una actividad específica en beneficio de la empresa, diferenciándose del coste al consumirse al instante.
Finalmente mencionaremos que las cuentas contables se pueden clasificar de dos maneras. Por un lado en las cuentas reales, incluyendo los activos, pasivos y capital de la empresa. Estas son utilizadas en el estado de situación financiera. Permanecen abiertas por más de un periodo contable, conservando así los balances de la empresa. Por otro lado, nos encontramos con las cuentas nominales, incluyendo los ingresos, costos y gastos de la empresa, utilizados en el estado de resultados.