Gracias a los sistemas de control internos implementados en las organizaciones, las empresas cuentan con un mayor control. No se limitan únicamente a los procesos financieros. Sino a la totalidad de los procesos de las operaciones, donde su correcta gestión permite cumplir los objetivos de los procesos. Para lograr cierta estabilidad a lo largo del tiempo en el mercado, es de vital importancia poder contar con un correcto sistema de control interno. Administrando el riesgo y generando valor a la organización, siendo para ello necesario aplicar los controles pertinentes para la mejora de sus intereses así como para brindar la confianza necesaria a sus partes interesadas.
Así pues, definimos el control interno como un conjunto en el cual participa el gobierno de las empresas, así como la capacidad del mismo para gestionar los riesgos. Estos son monitoreados por la alta dirección con el objetivo de generar oportunidades y evitar posibles riesgos y amenazas. Dentro de las actividades destacamos. El diseño del sistema, la implementación del mismo, su ejecución, evaluación, seguimientos y pertinentes mejoras para lograr una mejora y crecimiento continuo.
Por tanto, las empresas logran un eficiente sistema de control interno, a través de buenas prácticas con respecto al progreso de gestión como en la evaluación del sistema, buscando facilitar la gestión del sistema de gestión interna. Tales prácticas pueden ser:
- Apoyar a los objetivos de la empresa. Utilizando como respaldo para la empresa y cumplimiento de sus objetivos, gestionando los riesgos y cumpliendo con las normas y política de la empresa.
- Determinar responsabilidades y funciones en el área de control interno, englobando tanto a los organismos del gobierno como a la alta dirección.
- Promover una cultura la cual genere motivación en los colaboradores para alinearlos con los objetivos y estrategias.
- Vinculación con el desempeño individual, enlazando los resultados con la medición de los objetivos propios de cada trabajador.
- Asegurar la competitividad del personal.
- Comunicación periódica de las actividades.
- Seguimiento y evaluación de la gestión así como la rendición de cuentas, donde la alta dirección presente los informes pertinentes para las partes interesadas.
Para lograr un eficiente sistema de control interno, es necesario que todas las empresas lleven a cabo una serie de pasos establecidos los cuales les permitan realizar una correcta gestión de los riesgos, así como una correcta participación del gobierno organizacional, siendo siempre recomendable contar con un correcto asesoramiento durante todo el proceso.