Probablemente estemos viviendo uno de los momentos donde con mayor frecuencia escuchamos la palabra “ayuda” o “subvención”. En la actualidad es muy frecuente que la Administración Pública (en cualquiera de sus vertientes) conceda subvenciones o ayudas a las empresas con el fin de desarrollar su actividad. No obstante, parte de estas ayudas conllevan una serie de requisitos, y uno de ellos es exigir a los beneficiaros de subvenciones un informe emitido por un auditor de cuentas que certifique la correcta imputación de la subvención recibida en base a los fines de la concesión.
Según establece la normativa vigente, en cuestiones relativas a la revisión de cuentas justificativa de subvenciones, las Sociedades que se beneficien de una subvención pública tendrán que presentar un informe elaborado por un auditor de cuentas. El artículo 74 del Reglamento de la Ley de Subvenciones establece que si el beneficiario está obligado a auditar sus cuentas anuales, la revisión de la cuenta justificativa se llevará a cabo por el mismo auditor, salvo que las bases reguladoras prevean el nombramiento de otro auditor. Cuando el beneficiario no esté obligado a auditar sus cuentas, la designación del auditor de cuentas será realizada por él, salvo que las bases reguladoras de la subvención prevean su nombramiento por el órgano concedente.
En la mayoría de los casos el gasto de auditoría tiene la condición de gasto subvencionable cuando así lo establezcan las bases reguladoras de la subvención y hasta el límite que en ellas esté fijado.
Por lo que respecta al alcance y profundidad de la auditoria de la cuenta justificativa, ésta deberá atenerse a lo que fijen las bases reguladoras de la subvención. Además, deberá estar sujeta a las normas de actuación y supervisión indicadas por el órgano competente para el control financiero de subvenciones.
La cuenta justificativa de la subvención ha de incluir una memoria económica abreviada con los costes imputados al proyecto. En la memoria debe quedar clara la correlación entre el gasto imputado y la descripción del trabajo efectuado.
Para una correcta realización de un informe de auditoría, la empresa o entidad objeto deberá poner a disposición del auditor toda la documentación que éste pueda requerir para la realización de su trabajo. En los supuestos en los que al auditor no se le facilite toda la documentación necesaria, éste podrá incluir una limitación al alcance en su informe de auditoría, indicando el motivo y la causa de la misma.
La memoria económica abreviada incluirá, como se detalla en las bases reguladoras de la subvención, un contenido mínimo con un estado representativo de los gastos incurridos en la realización de la actividad o actividades subvencionadas. Tales gastos deberán ir debidamente agrupados, y, en el caso de que fuera pertinente, con apunte de las cantidades inicialmente presupuestadas y las desviaciones acaecidas.
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